La vida de Michiel Cocxie , pintor de Malinas

Biografía desde

Karel van Mander , Schilder-boeck

 



La vida de Michiel Cocxie, pintor sobresaliente, de Mecchelen
(en neerlandés, lo que llamamos en español Malinas).

El glorioso pintor Michiel Cocxie, nacido en Mecchelen en 1497
(1499 Malinas 1592), descubrió cuan grande es el poder en algunos, del noble deseo de ilustrarse para el arte.

Ya cuando joven cambió el camino  y el rastro vil de sus ciudadanos, conformados en la insignificancia.

Fue discípulo de Bernaert de Bruselas
(Bernard van Orley), donde ya demostraba  tener un gran celo por aprender

Estuvo mucho tiempo en Italia dibujando, donde fue diligente en tomar de referencia a Raphael y otros maestros, donde pintó al fresco, en  San Pedro de Roma una resurrección,
(posiblemente confunde la resurrección de Hendrick van der Broeck #) también en Santa María della Pace (Debe confundirlo con Raphael), y más obras que realizó allí.

Al regresar a casa, trajo consigo a una mujer de Italia, con la que se había casado, que lo aconsejaba  bien con sus advertencias sobre su trabajo, por lo que a través de sus oídos se convirtió en un hombre próspero y juicioso.
Cuando la mujer murió, se volvió a casar, pero ya no tuvo hijos.

Su primer y mejor trabajo, lo hizo a dos leguas de Bruselas, la tabla del altar mayor de la iglesia de Alsenberg. Una pieza de gran tamaño, con una Crucifixión #, que muchos artistas de Bruselas fueron a ver.

Esta deliciosa pieza fue llevada a España en tiempos de disturbios por el comerciante de Bruselas, Thomas Werry, de Bruselas, y vendida al cardenal Granvelle, para el rey Felipe. Se debe añadir, que el comerciante logró pasar muchas más de los Países Bajos a España.

También había una tabla de Cocxie en Bruselas en la iglesia de Sainte-Gudule con la muerte de la virgen María, ésta también fue una de sus mejores obras, comprada aquí, y se vendió muy cara en España. 
(#,#,#Tríptico actualmente en el Prado)

Había también dos tablas suyas en Malinas, en un triptico de san Lucas, (#,#) la tabla interior pertenecía al Maestro Bernard
(Van Orley) de Bruselas: estas tablas las tiene el archiduque Mathias, y partió con ellas cuando dejó los Países Bajos: porque también era de los mejores trabajos de Cocxie.

También hay una tabla suya en Notre-Dame de Amberes, el altar de San Sebastián #, para la cofradía de los arqueros, está muy bien hecha.

Igualmente en Sainte-Gudule  en Bruselas, una tabla con una última cena #, que también es muy buen trabajo.

Ha hecho muchas más tablas y escenas de altar, que se pueden ver en varios lugares: porque fue larga su vida, y llegó a reunir una gran riqueza, teniendo en Malinas, tres casas como palacios.

Hay muchos cuadros de él, que cuestan mucho y no se pueden obtener. El rumor común es, que sus últimas cosas no tienen la importancia de las primeras, que no son tan buenas, aún siéndolas.

Era maravillosamente dulce y fluido en su pintura, limpio y brillante y muy detallista en ornamentos. Algunas de sus madonnas  dan una gran impresión.

No era original en sus creaciones, y se ayudaba con las cosas italianas: por eso no le gustó que Hieronymus Cock, publicase el grabado de Escuela de Raphael, porque le había realizado sus estudios, y los usó para la muerte de la Virgen Maria de Sainte-Gudule, en Bruselas, cosa que quedaba a la vista.

Tenía una manía, cuando estaba un poco borracho, de garabatear las murallas con carboncillo.

También era aficionado a las discusiones. Diestro  respondía valientemente soltando su lengua.

Una vez lo llamaron para que viera un montón de cosas hermosas, que un joven pintor había traído de Roma: y lo oía lamentando sus trabajo para lograr reunirlas, Coxcie le preguntó, que si no hubiera sido mejor que las trayera en el seno en vez de en sus espaldas. El joven contestó, que el paquete era demasiado grande para esconderlo en el pecho. Pero Cocxie se refería a su corazón y a su memoria, dando a entender, que mejor hubiera sido volver como un maestro, que no cargado con cosas de otros maestros.
Ver:
Cita en la vida de Jan van Eyck
Cita en la vida de Rogier van der Weyden

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