DISTORSION varios

 

 

 

Estas figuras parecen representar tres superficies diferentes, aunque han sido ilustradas de la misma forma. La única diferencia está en sus contornos. Los científicos han probado en numerosas ocasiones la enorme influencia de las figuras en tres dimensiones (o sea, las reales) sobre los procesos perceptivos de la visión. En este caso, el científico japonés Isao Watanabe demuestra cómo, a pesar de que las tres figuras tienen la misma iluminación, parecen tener distintas formas tridimensionales.

 

 

 

Efecto Poggendorff (1860). Los dos segmentos pertenecen a la misma recta, aunque no lo parezca. Haz clic en la imagen de arriba y notarás mejor el efecto.  Todavía no hay una teoría que lo explique suficientemente, aunque está probado que el efecto se fundamenta en nuestra predisposición a sobrevalorar los ángulos agudos y disminuir los obtusos. El efecto es tanto mayor cuanto más ancha sea la zona oculta y cuanto más agudo sea el ángulo de inclinación.

 

 

 

 

Efecto Poggendorff (1860). ¿A que parece que la línea oblicua no es continua? Pues resulta que sí, la derecha y la izquierda son la misma línea

 

 

 

Si haces   clic >>> puedes ver como te afecta el efecto Poggendorff  en un programa

 

 

 

 

Efecto Poggendorff. ¿Los dos arcos pertenecen a la misma circunferencia o a dos circunferencias diferentes? Si amplias la imagen el efecto aumenta

 

 

Efecto Oppel-Kundt (1854). La segunda línea de la derecha es el centro de la figura, aunque parece ligeramente desplazada hacia la derecha, puedes comprobarlo abajo

 

 

 

 

 

Es fácil producir la distorsión de la realidad simplemente alterando las leyes físicas. Esto produce invariablemente un efecto "sorpresa".

 

 

 

Es fácil producir la distorsión de la realidad simplemente alterando las leyes físicas. El fotomontaje permite hacerlo eficazmente.

 

 

 

 

Los ojos son el centro de expresión en una cara.

 

 

 

 

Una alteración drástica de nuestra experiencia nos confunde y nos deja "algo nerviosos". Además, no sabemos exactamente donde centrar la mirada.

 

 

 

Solo con ligeras variaciones en el tamaño de los puntos es suficiente para que podamos reconocer el rostro. Aléjate de la pantalla o mira la imagen de la derecha  reducida.

 

 

 

 

Esta es la famosa "cara de Marte", una foto tomada en 1976 por el Viking I. La imagen de la derecha es mas actual y se puede comprobar  que esa "cara" sólo existe en nuestra mente.

 

 

 

 

Esta imagen de Nicholas Wade esconde un rostro, empleando algunos segmentos que son ligeramente más gruesos. Aléjate de la pantalla o mira la imagen reducida a la derecha

 

 

 

¿Percibes algo extraño en la imagen de la izquierda, el rostro de nuestra compañera de grupo?

La fotografía de la izquierda está trucada. La verdadera fotografía es la de la derecha. De esta fotografía se recortó el lado izquierdo y se reflejó esa mitad hacia la derecha. La cara de la mayoría de nosotros es asimétrica. Ver una cara perfectamente simétrica nos resulta chocante, y a veces hasta desagradable. Esto se debe exclusivamente a nuestra experiencia. Si los rasgos del rostro fuesen habitualmente perfectamente simétricos, no nos resultaría extraña una fotografía retocada con el fin de representarla de tal manera, sino todo lo contrario. De todas formas, si tienes una fotografía en que salgas justo de frente es divertido que hagas el experimento con tu propia cara. Es muy fácil si tienes acceso a un editor gráfico. Te llevarás una sorpresa cuando en vez de ver tu cara izquierda-derecha la veas izquierda-izquierda y derecha-derecha.

 

 

 

Estamos especialmente capacitados para reconocer una cara en cuanto vemos algo que la recuerde, aunque sea vagamente. ¿Ves los ojos y la boca de esta caja de cartón?

 

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